Hechiceras de fuego.

En zonas como San Miguel y Santo Tomás Ajusco, ubicadas en la alcaldía Tlalpan, se tiene la idea de que las brujas pueden convertirse en bolas de fuego que pasean sobre el cielo.
Algunos creen que estos avistamientos eran globos aerostáticos; sin embargo, los habitantes de estos puntos originarios aseguran que los chilangos de antes podían ver a estas hechiceras surcar los aires.
Uno de los puntos donde se llevó a cabo uno de estos avistamientos fue en las inmediaciones del Xitle, un volcán inactivo cerca de la zona, en el cual hay diversas cuevas en las que se consideraba que había situaciones paranormales.
En el caso de San Francisco Tlaltenco, ubicado en Tláhuac, se asegura que estas bolas en llamas eran vistas en los cerros, donde se les podía ver bailar sobre el aire.